(Poniéndole el pecho a la poesía)

Tetasaban como la imposible
tetacleé las caderas con mimos infinitos
tetardaste en arrojar anclas en mi colchón
tetambaleaste conmigo cuando bebimos nuestros labios de ron
tetaladré los oídos con los mil y un te deseo
tetanguié una triste melodía cuando me dejaste
tetaba pensando al escribir estos versos con sed pezoniana
tetaría mintiendo si no te dijera
tetariastrañando dibujando garabatos de leche en tu lienzo tet a tet.