Ella me dijo, no se si estás enamorado de mi, dame una señal para creerte.
Crees en la magia del Amor, le pregunté.
Si, me contestó.
Saqué, entonces, un mazo de cartas de truco viejo y marcado. Las mezclé delante de Ella y cerrando mis ojos le dije saca una carta cualquiera.
Introdujo el dedo pulgar y el mayor en el centro del mazo de cartas y extrajo una. La miró. Los ojos se humedecieron. Me mostró la carta y emocionada me dijo, te creo.
Hoy estamos casados, tenemos tres hijos y somos felices.
Aún me pregunto de donde salió aquella carta.
Calaverita Mateos (Esquel)
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