Sea en uso abrazando un café con leche o medio descascarada en la despensa fría, como así también desdibujándose en el horizonte cercano de un viejo patio ejerciendo el oficio de maceta de algún helecho rústico y silencioso; cuando entro en una casa y puedo ver aquel fortachón jarrito de lata, me siento tranquilo y cómodo. Se que estoy en casa de trabajadores.
Calaverita Mateos (Esquel)
www.calaveralma.com.ar