La genialidad, la disciplina, la creatividad y la tarea casi obsesiva por el detalle convierten a Ramón de la Fuente en uno de los artistas más impresionantes que ha dado la Patagonia y, si me apuran, del país.
De paso por su taller, la charla transcurre en un lugar donde los planos convencionales desaparecen sus fronteras con la realidad. Bonsais hermosos, pipas talladas en madera, y de repente un pedazo macizo de piedra autóctona (aún en proceso), donde está esculpiendo un pueblo, con sus calles, casas, recovecos, etc….simplemente IMPACTANTE.
Ramón de la Fuente engalana nuestra ciudad, desde el silencio de su trabajo, pero creo que si me tocara decidir políticas culturales a nivel provincial o municipal, sin dudas lo convocaría para que ocupe un lugar preponderante en la toma de decisión y coordinación de actividades relacionadas a las artes plásticas.
Esquel es muchísimo más Esquel con Ramón de la Fuente y sus creaciones artísticas.
Calaverita Mateos (Esquel)
www.calaveralma.com.ar