Ayer fui a pasear a laguna la Zeta. Cuando doblé, desde el camino principal, como corresponde hacia la derecha para ingresar al predio de la laguna, mi auto desCarrió más hacia la derecha.
Quise acomodarlo en un apurado Proyecto de conducción y que regrese a su rumbo original, Sur, pero no pude, el auto seguía girando a la derecha cada vez más fuerte.
En un momento dije: sonamos, estamos a La Hora de los Hornos. Y el auto siguió hacia la Derecha aun mas.
Al doblar a la derecha hasta lo imposible, como mordiéndose su propia cola, choqué contra un árbol, alejado de todos los de su especie. El auto no sirvió para nada, había sido mal conducido, pero eso no era tan importante como ver ese arbolito en la inmensidad de aquel campo, triste, apesadumbrado, medio quebrado por el golpe irreversible en la conducción hacia la derecha.
No era una planta cualquiera. Definitivamente, ahí, estaba, «Pino Solanas».
Calaverita Mateos (Esquel)
www.calaveralma.com.ar