Siglo XXI, es momento de sincerarnos y ser honestos con el mundo y con nosotros mismos de una vez por todas. Para ello empecemos a quitarle el velo a las hipocresías más instaladas en nuestras sociedades, empezando por la mas arraigada de todas las mentiras:
“EL USO DE LOS MANUALES DE INSTRUCCIONES”
¿Quién financia a los dibujantes y escritores de estos libritos?
¿Cómo y cuánto incide en el valor del articulo comprado?
¿Existen realmente seres humanos que leen los manuales de instrucciones completamente?
¿Los idiomas complementarios son reales o una joda de guionistas de humor?
1) Una vez adquirido el artefacto eléctrico, separar este ultimo del manual en cuestión.
2) revolear el manual de instrucciones al tacho de BASURA, último cajón de la cajonera de la cocina, o guardarlo para anotar teléfonos de urgencia o tantos del truco o el chinchón.
3) Empezar a meter mano y, tocar botones hasta que el aparato de mandinga funcione.
Calaverita Mateos (Esquel)
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