Un día como hoy, pero de 1874, nacía Macedonio Frnandez.
Desde entonces, las palabras en Argentina tendrían un niño arrugado, con barba, inteligente, irónico, que las protegería eternamente, quitandole a la intelectualidad pacata de la literatura su smoking con olor a naftalina.
«Los otros días iba caminando muy entretenido y me encuentro con el arroyo más raro del mundo: figúrese que la orilla de este lado la tenía del otro»
(Macedonio Fernandez)
Gracias, Viejo divino!!!
Calaverita Mateos (Esquel)
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