Es lamentable, realmente vergonzoso. Todos aquellos que se burlaban de los que creían en la leyenda aduciendo cuestiones de marketing y no se que otros mitos fueron creando un discurso dominante que desvió la atención sobre quienes evangelizaba sobre la acción que llevaban los Pitufos que venían en los vasos de vidrios al caer la noche.
Bajamos las defensas, dejamos caer en el olvido aquella amenaza de la niñez para que ahora empecemos a caer en la cuenta:
¿Los vasos de vidrio de los Pitufos de antaño se rompieron todos? No.
¿Las empresas que los expendían hablaron al respecto? No.
¿Se reciclaron estos miles de vasos en otra cosa? No.
¿Se comprobó científicamente la imposibilidad del exilio de los seres azules de los vasos de vidrio? No.
Pues bien, señoras y señores racionalistas, sepan bien y armensé de valor ya que todo estos años fueron utilizados para que estos Pitufos se rearmen, organicen en las esquinas más oscuras de nuestros sótanos y aticos para volver con más fuerza y hambre.
Tal vez estas palabras sean un tardío consejo.

Calaverita Mateos (Esquel)
www.calaveralma.com.ar

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