Un día como hoy, pero de 1952, se iba a escribir la eternidad, Macedonio Fernández.
Nos regaló las herramientas para poder tomar un libro y despedazarlo en billones de átomos y reconstruirlo nuevamente, tirarnos un pedo mientras leemos a Shakespeare y lograr en la vida poder estar sin estar estando cuando no queremos estar estando.
Gracias, Viejito tan hermoso y quilombero entre los escritores, que me parece conocerte mucho!!!
Calaverita Mateos (Esquel)
www.calaveralma.com.ar