“Karl Fosfori, el inventor de fósforos Tres Patitos”

(Historia de los pioneros inmigrantes en Esquel y la región)

Según el libro “Gringous gou jom, conch of your pic» del Investigador Musulmán Juan Manuel Antar en su capitulo de efemérides patagónicas no oficiales, un día como hoy, pero de 1964, nacía en Tecka (Chubut), el descendiente de inmigrantes austriacos, Karl Fosfori (Colo, para los amigos).Cansado de sufrir el acoso de los compañeros de escuela con apodos, tales como Cabeza e’tuco; decidió escaparse de su casa a la edad de 12 años para internarse en la estepa patagonica y meditar sobre su natural condición. Durante cinco días y cinco noches meditó en la intemperie, mientras el frío, el calor y el viento erosionaban su ejercicio espiritual, además de un mordiscón de piche en los testículos que le valió la hinchazón por unas semanas.Al sexto día ya estaba acorralado por el hambre y la sed, la meditación no le había servido en nada y decidió regresar corriendo a Tecka a seguir con su vida normal, agachando la cabeza y con las pocas fuerzas que le quedaban arrancó a tranco rápido el retorno, pero a los diez metros tropezó con tres patitos desorientados que no encontraban espejo de agua donde poder nadar, beber y comer. Medio tambaleante, la cabeza de Karl Fosferi chocó con una lenga y esa fricción produjo una inmediata combustión entre el cabello y la madera produciendo una leve llama en la superficie de su cuero cabelludo y rojo cabello; cayó sentado al suelo y, mientras se echaba arena en la cabeza, dijo:

«¡Eureka! hay que unir la madera y el azufre para crear un objeto que sirva para encender fuego de manera simple y sencilla”

Bautizó a ese objeto usando y honrando su apellido como “Fósforo” y patentó la marca en homenaje a los animales que le causaron el tropiezo previo a la idea (Tres Patitos) e instaló la fabrica en Tecka, uno de los lugares más encendidos de la Argentina, logrando crear en menos de una década un emporio trasnacional con sucursales fabriles de elaboración de fósforos en más de noventa países. Los pobladores aun se recuerdan con emoción la primera consulta y venta en el Almacén de ramos generales de su familia, cuando el paisano más retobado de la región, Don Romualdo Tito Carqueja ingresó al local y mantuvo esta breve conversación en la primera negociación de Fósforos Tres Patitos:

– Tito: Buen día…

– Karl: Buen día ¿Qué busca, don?

– Tito: Fósforos…–

Karl: ¿Patito?

– Tito: ¡No, pa Juancho concha´e tu madre!

– Fin –

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