“El Malambo que se fue de mambo”

(F.A.L.O.- Leyenda patagónica)

Según rezan las viejas historias esgrimidas por los Urólogos Comunistas de Chubut, la leyenda indica que dos paisanos oriundos de la zona cordillerana de la provincia, se cree que del pueblo de Esquel, conocidos como Marcos Alejo​ y Calaverita Mateos habían fundado el grupo de danzas folclóricas Folclore Argentino Ligeramente Originario (F.A.L.O.), nombre complejo a la hora de generar convocatoria para quienes desearan aprender a bailar danzas típicas de nuestra tradición, sobre todo por el eslogan con el cual promovían sus actividades:

“Aferrate al F.A.L.O. siempre firme y apoyando al pueblo”

Luego de ser rechazados por institutos de danzas privados, escuelas públicas de tradición folclórica e incluso del mismo pueblo que los vio crecer, Calaverita y Marcos decidieron vengarse y se reclutaron durante cinco años, día y noche, en el Bar el 99 donde diseñaron una danza basada en el zapateo hijo del malambo, estilo zigzagueante siguiendo una imaginaria cinta de Moebius a la vez que se revolea en modo de hélice de helicóptero por sobre la cabeza, un pañuelo tejido con bigotes de piche tuerto.
Aprovechando uno de los cumpleaños de Esquel, precisamente en el desfile de las colectividades sobre la avenida principal, ambos danzarines del malambo vanguardista del F.A.L.O. decidieron irrumpir ante la tropa militar que desfilaba en el frente y comenzaron a zapatear misteriosamente ante los ojos sorprendidos de funcionarios y público en general, a la vez que comenzaron a revolear sus pañuelos, con la mala suerte que justo un chiflete de viento que bajó desde la Buitrera y se coló por la avenida, envalentonó a los pañuelos que comenzaron a girar a una velocidad más rápida que lo previsto por los malambeadores del F.A.L.O. que en lugar de aflojar a la danza, continuaron la coreografía basada en Moebius, mientras los asistentes comenzaron a observar que los pies de Marcos y Calaverita comenzaban a despegarse del suelo primero, para empezar a sobrevolar la cabeza de los militares y familias que no podían creer lo que observaban. El viento vigoroso no mermó su soplido sobre los pañuelos, mientras los integrantes del F.A.L.O. se iban haciendo cada vez más chiquitos en dirección al cerro hasta desaparecer por detrás del Cerro 21 para no volver a verlos nunca mas por estos pagos.
Si bien no hay filmaciones de aquella extraña danza y misteriosa desaparición, se conserva una vieja foto blanco y negro donde se puede ver a los fundadores de la danza del malambo que se fue de mambo. Precisamente, en ese mismo emplazamiento, autoridades municipales descubrieron una placa con el nombre de Marcos Alejo y Calaverita Mateos que los recuerda como:

“Aferrate al F.A.L.O. firme junto al pueblo”

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.