
Más allá de ser uno de los músicos más extraordinarios de la Patagonia, suelo percibir en Lautaro Calfunao un tipo de concentración, a la hora de tocar un instrumento, que parece nacer de cuestiones no sólo artísticas, sino mágicas, como si el tiempo y el espacio se detuviera para que el cosmos se engalane.
Creo que aún no somos conscientes, más allá de lo que actualmente nos brinda, de lo que Lautaro hará por y con la música para Esquel y el país.