Febrero del 2010, todas las tardes antes de ir a trabajar, pasaba caminando por un banco de Esquel a saludar, desde afuera, al bro del soul Randal Nicolas Williams. Las devoluciones siempre eran de carácter intelectuales, complejas y edificantes.
Febrero del 2010, todas las tardes antes de ir a trabajar, pasaba caminando por un banco de Esquel a saludar, desde afuera, al bro del soul Randal Nicolas Williams. Las devoluciones siempre eran de carácter intelectuales, complejas y edificantes.