(Origen de la versión esquelense del Tarot)
Cuenta la historia que el Oráculo Boló de Esquel, Javier Sança, cansado de la mala suerte en el juego, luego de haberle jugado todos los números a la quiniela y que solo salga letra, fue un día a hacerse tirar las cartas de Tarot, pero la cuestión fue literal.
A los diez minutos de querer comenzar la sesión de Tarot, la mujer Adivina no había podido meter una sola palabra ya que el Oraculo Boló (Javier Sanca), no paraba de contarle cuentos, anécdotas de países desconocidos y hazañas en tugurios de puertos en islas que no figuran en el mapa, como grandes finales de fútbol en los cuales había participado en equipos que no aparecen en el Prode; entonces la pitonisa le arrojó las cartas en la cara a la voz de ¡Callate de una vez, cochitumá! entendiendo Javier Sança este hecho como un acto de trance místico y que la mujer, efectivamente, le había tirado las cartas.
Mientras la Pitonisa huía desencajada del salón, el Oráculo Boló le gritó “Gracias, la vida te lo devolverá con un golpe de suerte”, e inmediatamente mientras la adivina corría para escaparse de la catarata de palabras de Sanca, mientras miraba para atrás vertiendo todo tipo de improperios, no se percató de la puerta cerrada y le metió un cabezaso a la puerta que la dejó inconsciente dos días en el Hospital.
Sanca advirtió en el acto del golpe y sus palabras precedentes “Gracias, la vida te lo devolverá con un golpe de suerte”, como una revelación y juntando las cartas olvidadas por la adivina dijo “Yo la pegué de tarro” descubriendo allí una veta económica que lo condujo a abrir su salón de consultas sobre futuro de las personas llamado “Cartas de Tarro del Oráculo Boló.
– Fin –
Calaverita Mateos (Esquel)
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