Gracias al Arquitecto Fernando López Guzmán por la visita a La Aristogracia Nacional Esquel para compartir su conocimiento y experiencia en el reconocimiento y restauración de las capillas galesas en Chubut.
Fernando fue Director de patrimonio cultural de la provincia del #Chubut, Delegado de la provincia en la Comisión Nacional de monumentos, museos y sitios históricos de Chubut.
Una galaxia que anda caminando el infinito universo, mientras sus planetas y satélites dan vueltas en danza circular. La luna impalpable gira alrededor del planeta, coqueteando con los océanos que se casan y divorcian una y otra vez con las costas de los continentes. Los animales, las plantas, nacen, se reproducen y mueren en las estepas, las llanuras, montañas y valles. En tanto, la noche, en las afueras de Paso del Sapo, en la ribera de un puesto longevo y en pie, sentado en el cajón de madera, Don Ciriaco Catrileo, antiguo puestero de la zona, ceba un mate en silencio, mira el cosmos y el cosmos lo abraza y ambos hablan la misma lengua. Esta noche, en un rincón de la provincia de Chubut, la deidad encarnó una vez más, pero a diferencia de Buda, Jesús o Mahoma, a Don Catrileo no le erigieron ningún monumento, no le escribieron libros sagrados. A Don Catrileo nadie le reza.
Devolución de la autodeterminación de los Pueblos. Devolución de la sabiduría pluricultural de los pueblos originarios. Devolución de la diversidad de géneros y autopercepción Devolución de lxs hijxs y nietxs apropiados ilegalmente por la dictadura. Devolución de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Devolución de un plato de comida en cada hogar. Devolución de un obrero colocando un ladrillo mas. Devolución de una fábrica llena de Trabajadores. Devolución de todes lxs niñxs en la escuela pública, gratuita y de calidad. Devolución de una jubilación digna para jubiladxs Devolución de una madre creando un emprendimiento. Devolución de un padre malcriando a sus hijxs con puré y salchichas. Devolución de un baldío convertido en reino por lxs chicxs del barrio. Devolución de un beso abajo de un farol. Devolución de dos mochilas, cual arco y unas medias viejas amontonadas, como pelota de fútbol. Devolución de amigo llorando un amor perdido.
Devolución de una amiga sonriendo un nuevo amor. Devolución del sol iluminando el trigo y la uva. Devolución de la lluvia melancólica empapando la ventana de una casa. Devolución de un libro más en la biblioteca. Devolución de una canción asomando por la puerta entreabierta de una casita en un barrio. Devolución de un perejil sureño escribiendo estos torpes palabras. Devolución de una discusión política, con chicanas, puteadas, risas y posterior asado, pan y vino. Devolución de un anarquista y un banquero compartiendo la cerveza luego del picado semanal. Devolución de la igualdad de oportunidades. Devolución de la mirada en les otrxs. Devolución de lxs otrxs en mi mirada. Devolución de la dignidad de los nadies.
hoy, las paredes de mi pueblo hablan y lloran, también sus ladrillos desteñidos por la tristeza que finge lluvia van nutriendo de savia sabia el pincel que sigue maquillando con memoria la piel de la ciudad
hoy, las paredes de mi pueblo hablan y lloran, también sin tus manchas organizadas, lo urbano sería caos de olvidos de olvidos de las injusticias de vacíos de verdades de sed de identidades
Hoy, las paredes de mi pueblo hablan y lloran, también las voces del patio de atrás de la historia habitaron en el atelier de tu compromiso social que seguirá siendo el espejo de nuestros pasos en falso murmurando colores de petróleo y alquimia, que gritan acá estamos, no nos olviden, por favor.