– Dedicado a Roberto Müller y su histórico local –
Te vas yendo, nomás, amarilla nostalgia, como se van las páginas de esos libros que nos observaban tímidos desde tus adentros, si hasta las heladas parecen más frías en esa céntrica vereda.
En un remolino de recuerdo e identidades se enredan los mates con los cueros, los lazos trenzados enlazan aromas de dulces y chocolates con sabor a patagonia, las lanas bravías cruzando la labor de artesanas que abrigaron a nuestros abuelos y cobijarán nuestros recuerdos, y los vidrios que siempre ejercieron el oficio de las pupilas culturales de un rincón del mundo tratando de contarle al de afuera y al de adentro esas cosas nuestras.
Te vas yendo, nomás, si me habré detenido miles de veces ante vos, como llamado por un silbido silencioso que me convidaba a ir y venir una y otra vez entre la vereda y la galería como aquel chiquilín de bachín que, hasta me animo a jurar que sus objetos a la venta (por así decirlo) se movían con vida propia cual Toy Story criollo cuando uno descuidaba la vista.
Aunque suene a tristeza, sólo será añoranza, en el futuro cuando les diga a mis nietos al pasar cerca de la esquina de 25 y Ameghino «No hay como negocio aquel, querida Casa de Esquel».
Calaverita Mateos (Esquel)
www.calaveralma.com.ar
RECORRIEDO LA PATAGONIA, ENERO DE 2013.
Llegamos a la Ciudad de Esquel; esperando nuestro turno para cargar combustible en la Estación de Servicios del A. C. A., consultábamos la Guía Turística para localizar la Dirección de Turismo y allí averiguar dónde podríamos alojarnos hasta el día siguiente, nuestro próximo destino era Bariloche. En frente de un edificio situado al otro lado de la calle observé un cartel con las palabras: “Casa de Esquel”, que producía en mí una atracción inexplicable, invitándome a visitar el local que ostentaba dicho letrero, descendí del vehículo y me dirigí al mismo sin sospechar lo que me esperaba en su interior.
Grande fue mi sorpresa al descubrir que se trataba de una Gran Librería, quedé deslumbrado por la gran cantidad de Libros que exhibían sus estantes. Libros de “todas las edades”, de distintas disciplinas, de reconocidas obras de grandes escritores. Mientras contemplaba y disfrutaba de los Títulos de éstos, escuché una voz que me preguntaba en forma muy amable mi procedencia, si tuve un buen viaje y en que texto y autor estaba interesado. El dueño de esa voz era un agradable Señor de origen alemán, propietario de la “Librería Patagónica Casa de Esquel” llamado Roberto Müller. Le consulté sobre los Libros Escritos por el Perito Moreno “VIAJE A LA PATAGONIA AUSTRAL” Y “REMINISCENCIAS”, me respondió que estaban agotados, me ofreció el Libro PERITO FRANCISCO PASCASIO MORENO, “UN HÉROE CIVIL” escrito por el Dr HÉCTOR L. FASANO, FUNDADOR DE LA FUNDACIÓN MUSEO DE LA PLATA “FRANCISCO PASCACIO MORENO”, y que cedió los derechos a esta Institución.
Como le comenté que estábamos en busca de una cabaña para pasar la noche y al día siguiente continuar viaje hasta Bariloche, estando en la Librería nos invitó a su domicilio donde posee una cómoda casa de huéspedes, que nos ofreció para ocuparla durante dos días en vez de uno como teníamos planeado con mi familia; cuando le preguntamos el costo para abonarle por la estadía, se negó a cobrarnos dinero alguno, y nos invitaba a quedarnos más días. Además me prestó el Libro “VIAJE A LA PATAGONIA AUSTRAL” que leí ávidamente esas noches. En la tapa del Libro se leía la dedicatoria que el PERITO LE REALIZÓ A TORCUATO DE ALVEAR.
El SEÑOR ROBERTO MÜLLER, UN ENAMORADO DE LA PATAGONIA, DE SUS LIBROS ANTIGUOS, DE LA OBRA Y PERSONA DEL ADMIRADO Y EMINENTE PERITO MORENO, VIVE EN ESQUEL JUNTO A SU AMADA ESPOSA, una bella y amorosa SEÑORA de nombre CORA JACKSON HERNÁNDEZ, descendiente del Gran Poeta JOSÉ RAFAEL HERNÁNDEZ.
Desde ese día de enero de 2013 sentimos por el Sr. ROBERTO MÛLLER Y POR SU FAMILIA UN GRAN AGRADECIMIENTO CON PROFUNDO RESPETO Y AMOR.
PEDRO PABLO RÍOS MORENO. S. M. DE TUCUMÁN, 05/08/2017.