Aunque no lo crean tus mañas, bombón, siguen con catarro las fotos de aquel amor de verano bajo sombrilla con agujeritos y esta fiebre del cuore, que le chanta tres cataratas en las pupilas descalzas de tanto caminar para atrás, en busca de las veredas de esa ciudad, al costado de la playa, donde andaban ayunos de besos mezquinos tus noviazgos sin combustible y mis polleras mordiéndome los tobillos.
Pero, aunque tus histerias se hagan las cancheras cuando les silbo al oído, en el buzón de mi tapera se amontonan tus cartas, cobijadas con sobres papel marrón tristeza, que me gritan todas las mañanas, desde su encierro, los te necesito mucho mucho , que no te animaste a cantar en aquellas veredas, en aquel verano, y que resbalaron hasta desaparecer por la alcantarilla de los amores que murieron de alzheimer.
Calaverita Mateos (Esquel)
www.calaveralma.com.ar