(Cartas históricas de la Patagonia)

Querida Madre, seguramente aun está usted enojada por mi huida de casa sin su permiso, con mi prometido, el cantautor suizo Alex Kremento.
Aunque la sigo extrañando a usted, amada madre, también me cuesta la distancia de mis afectos, el Profesor Benito Camelo; el almacenero Don Andres Tresado y el dealer de nuestro abuelo, Solomeo Paredes.
Comprendo sus deseos, madre mía, se que usted preferia un hombre de apellido patricio o redondito de ricota, entiendo que usted quiere para su hija un hombre con un presente económicamente fuerte con futuro asegurado, un profesional tradicional, Abogado, Medico, Banquero, Psicoanalista o vendedor de perfumes, pero como dijo Osvaldo Laport, el Amor es más fuerte.
Creo, Madre, que a mis 54 años he adquirido la voluntad suficiente para decidir quien será el compañero por el resto de mi vida.
Tu Señor finado esposo, mi añorado padre, que se suicidó aquel invierno a tu lado de 18 puñaladas en el omóplato, sabrá acompañarme en esta decisión.
Con mi amado Alex Kremento, estamos asentados en Trevelin, alquilamos una casita tradicional y hemos puesto en marcha nuestro emprendimiento, una fabrica de scones llamada “Seco como Pastel de Polaco” que es furor.
Alex, sigue intentando imponer su arte vanguardista, anoche presentó su disco de música Celta “El Aliento del Dragòn derrite mi Manteca” y aunque no concurrió ningún asistente, mi amor está confiado que su arte será comprendido en un futuro cercano.
Queridisima madre de mi alma, cuando juntemos un dinero prometemos enviarte el dinero para que vengas a visitarnos al sur y de paso le envío una foto de la carrera “Subite y Lustrame el Caño” en la cual participamos con tu yerno el fin de semana que consiste el parejas dando 123 vueltas a la plaza de Trevelin, evento deportivo para recaudar fondos para el Gobernador que quiere incentivar el trabajo en la provincia abriendo una sofisticada fábrica de ascensores en Gastre.

Te extraña y adora, tu hija del Alma, Luciana Depilatodo.

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