💡🌿 Irse por las ramas 🌿💡

Cuando estoy cansado de cansarme del cansancio, camino sin pisar el suelo hasta el jardín de una casa sin ventanas, puertas ni paredes.
Allí vive una abuelita que jamás alcanzó a nacer, pero tejió los escarpines para un arbolito de manzana que ya está seco de esperar a esa abuelita para agradecerle.
Ahí mismo me siento, espalda con espalda con el pequeño manzano.
En silencio, el mira hacia el horizonte de mis hombros en busca de mis ojos, yo observo desde los tejados de la lejana ciudad, para alcanzar las ramas que masajean el viento y el destino. En el simple hecho de estar por estar, el arbolito y yo descansamos el uno en el otro.
La abuelita nos sigue tejiendo los escarpines donde seguirán descansando nuestros sueños de hojas secas y cariños de antiguos tiempos sabiamente perdidos.

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