
Qué ganas, mi Amor…
de enroscar mis payasadas en el cuello de tus dudas
qué ganas, mi Amor…
brincar desde el trampolín de los me importa ocho cuartos
qué ganas, mi Amor…
de caer suavemente en una pileta de caramelos de goma de colores
qué ganas, mi Amor…
y acompañado por un coro de perdices risueñas y caballitos de mar astronautas
qué ganas, mi Amor…
cantar a dúo con un hipopótamo arquitecto, sabio, visco y pelado
qué ganas, mi Amor…
de escribirte un tierno, tímido, juguetón valiente y bullanguero poema
qué ganas, mi Amor…
de pedirle a Tim Burton sea nuestro loco Celestino
qué ganas, mi Amor…
que seamos novios en Júpiter.