
En la maceta más vieja y sucia del jardín de mis broncas vive la vieja oruga Maruja, que no arruga ni se estruja si me escondo en mi burbuja.
Cuando me enojo me convida te de hinojo, si me brota berrinche me canta canciones en cocoliche, cuando me pongo cabrón sopla una suite con su trombón; a veces se me pira la ira y me calma con un tango en su lira.
Señor jardinero, no se lleve la maceta más vieja y sucia del jardín de mis broncas, la vieja oruga Maruja no es bruja y me ayuda a salir de la burbuja.