🌧🛖 Mantra de chapa y palo 🛖🌧

Caen las gotas suicidas, como a morderle los sueños bajo techo a los cuerpos disfrazados de almohadas, sábanas y ronquidos.
No andan con permiso ni vergüenza y, si uno les presta atención, alguna se estrolan contra las ventanas y las paredes, dejando las burbujas de la rabia celestial.
Andan en patota furibunda esta manada de lagrimas paracaidistas sin paracaídas, como buscando levantarnos los parpados de un sopetón, pero ni ellas ni el cielo han comprendido que hace siglos, la ciencia y astucia del hombre, ha creado el techo de zinc y madera, no sólo con el fin útil de protegernos de las inclemencias y las envidias providenciales, sino que las cachetadas de la lluvia al sombrero de chapa y palo de nuestras casas son, si usted me permite este mágico razonamiento, el instrumento musical de un mantra cósmico que nos seduce y zambulle aun más en los distritos oníricos místicos de la naturaleza y la humanidad.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.