🧉 El Mate 🧉

(Día nacional del mate)

Pichón que une la tierra, el aire, el fuego y el agua
pancita rellena de verdor
planeta enano con el núcleo caliente
ñandú con cuerpo de madera y cogote de metal
besador de bocas en las rondas
compañero de soledades pulentas
pelota de musgo rara y querible
testigo del oficio de los bohemios
chapuzon para buches de pobres y ricos
récord guiness de los objetos convidados
pedacito de naturaleza en medio del quilombo
enano que despabila madrugadas
ser amargo que nos da calor
ser dulce que mima la garganta
albergue del pasto y el agua sabia
musa eterna de Don Larralde
estomago donde la hierba se hace sabor
pichón que une la tierra, el aire, el fuego y el agua.

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💙💛💙 Juan Román Riquelme 💙💛💙

💙 J inete del potrero de piedra, palo y techos de chapa
💛 U ltimo héroe de los del patio de atrás
💙 A mor del cuero de botín acariciando el cuero de la pelota
💛 N obleza de la palabra que aún dialoga con el silencio

💙 R espeto como agua que riega suave el césped de la cancha
💛 O ración  budista que nos pacifica en el caos
💙 M onje del sagrado  juego de los pueblos
💛 A rquitecto de las gambetas en el rectángulo coliseo
💙 N egro hincha huevo de mi barrio cercano

💛 R ayo de humildad en la tormenta de prepotencia
💙 I maginación que pinta con los pies 
💛 Q uerencia de los que aman su club
💙 U ngüento mágico en la tierra de los lógicos 
💛 E nergía morocha ante el embate de los gringos
💙 L ibro sublime del pensamiento fuera del aula
💛 M anto de honradez en el frío piso de las traiciones
💙 E l ultimo faro de la dignidad del fútbol.

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«La migración de las bandurrias»

(Leyenda patagónica)

En Esquel, con un grupo de amigos nos reunimos todos los 33 de agosto en la cima del cerro Bandurria, ese que va y viene de acuerdo a la cantidad de copos de nieve caídos el invierno anterior.
Allí arriba, hacemos una pirámide humana cuya cúspide la ocupa una vez cada uno de los integrantes de ese grupo de amigos, esperamos la hora en que el sol bosteza mañanas y la luna pestañea despertares, cuando las bandurrias regresan de su migración.
Estas aves siempre pasan besando el cerro que lleva su nombre y cuando nos ven se acercan tanto, tanto, que una de sus alas roza la mano del afortunado que ese día le toca estar en lo alto de la torre de mujeres y hombres.
En ese roce entre las plumas y la piel, nos enteramos si las utopías y las esperanzas aún andan vivas en otras tierras lejanas y, de esa manera, descendemos cada año, hasta la actualidad, a compartir las buenas nuevas con los vecinos y vecinas de nuestro pueblo, que todavía se tejen sueños de paz y amor, más allá de nuestras montañas y mesetas.
En Esquel, la migración de las bandurrias es el modo en que la magia y la vida escriben poesía en nuestros cielos.

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