En la punta de mi nariz anida una mentira, tiene alas, ojos grandes y una tela de araña anaranjada enredada en sus verbos y sustantivos.
Los días lunes, miércoles, viernes y feriados, remonta vuelo, nada océanos de nubes en busca de una verdad.
Las obreras de una colmena japonesa la iniciaron en la aventura, según dicen, esta verdad habita en cada mejilla de los niños que toman cacao y se embarran las zapatillas en los charcos de los baldíos de sus barrios.