🌜 Mi hamaca en la luna 🌛

En las noches oscuras, como el patio trasero de los parpados cerrados de los búhos antiguos, la luna brilla como las lagrimas de los glaciares que siguen creciendo en primavera.
Precisamente, en esas noches, cuelgo un piolín de caja de pizza en uno de los extremos de la Luna, me hamaco una y otra vez, hacia los ayeres y hacia los mañanas, mientras sueño que en medio de la brisa que me despeina las ideas, algún día mis labios chocaran con los labios de aquella chica que me dio el primer beso en la hora de manualidades, cuando recortábamos papeles glasé para fabricar lunas de colores.
En estas noches tan oscuras, siempre me pregunto si la maestra de manualidades supo del beso aquel y mi hamaca en la luna.

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